las distancias
Salazar: No boludos, paren, le erré.
Los otros detuvieron sus festejos y enmudecieron.
Coullins dijo en su español básico, sin entender bien de qué se trataba. Cómo que le errastre?
Salazar: Le erré, y feo, por lo menos 2 centímetros.
Coullins: Fuck!
Hernández: Pero cayó! Le diste! Está muerto!
Salazar: Si, idiota, cayó, pero le erré, 1 o 2 centímetros, no menos que eso.
Un rato después y muy cerca del campanario, los doctores Morales y Silva encontraron un descanso luego de tal alboroto.
Morales: Este tipo tiene más vidas que un gato! Y lo suyo... lo suyo es un milagro!
Silva: No, no fue ningún milagro. Un par de centímetros a la izquierda y le perforaba el corazón.
Morales: Mmm... a la derecha querrá decir...
Silva: Eh, si, es lo mismo, lo miraba desde el punto de vista del tirador.
En ese momento el reloj llegó y lo anunció con campanadas. Salazar y Silva miraron al unísono los suyos, e hicieron la misma mueca contradictoria: sus relojes estaban apenas adelantados.
1 quisieron:
un par de centímetros adelantados tal vez
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