martes, febrero 06, 2007

Desayuno en Tiffany's

Mi jefe no se puede decidir entre que si al final es que soy medio pelotudo o no, que realmente es la otra opción, de que esto no era para mi, que no era mi core business. De todas formas, está claro que lo decepcioné. Pero no de la forma en que uno cree que una decepción puede generar, sino de otra, de la forma en que sólo él puede elaborarla. Ya no sirvo, o por lo menos ya estoy atado y reducido a mis posibilidades dentro su esquema. Menos mal, claro, pero bueno, a la vez hay que convivir con eso.

La reunión era “importante”. Una presentación de producto, de marca. Yo era, por lejos, el peón de la reunión. El que nos presentaba casi no me miraba y sólo lo hacía cuando necesitaba venderse un poco y conseguir una aprobación en la audiencia y, lógico, yo le cabeceaba asintiendo todo lo que él decía.

Mi jefe lo odia. Es su ex jefe y ahora él está en posición de cliente y aquel de proveedor. Mi jefe es muy correcto, aunque lo cortés no quita lo valiente (suele usar mucha esta frase) y sé que en el fondo disfruta mucho de esto y lo pasea cada vez que puede.


La marca. Son sensaciones, placeres, aromas … a ver, cómo explicarlo.

Sigo. El está casi convencido de que es cincuenta y cincuenta. Un poco de pelotudo, un poco de desinterés. Ahora, extrañamente, de lo que está convencido es de que yo sé escribir. O que no tengo errores de ortografía, o que me gusta leer, es lo mismo. Digamos, piensa que mi trabajo, este trabajo, que no es lo mio, porque lo mio, en verdad, es escribir, dedicarme a otra cosa, más por ese otro lado. Por el de escribir, de no tener errores de ortografía, de leer, qué se yo.

A mi jefe, le gusta escribir. En su tiempo libre lo ha intentado y se ha comprado libros y ayudas para el joven escritor. No me burlo de eso. Yo no sé escribir tan bien, y, de hecho, una vez hojeando uno de esos manuales de cómo aprender a escribir encontré buenos concejos.

Es una sensación, no una marca es… hay un famoso cuento que se llama Desayuno en Tiffany’s… muy muy famoso ...

Acá mirá, pensé. Acá hace lo mismo que el otro buscando mi aprobación. Me mira, me va a mirar.

Es de … F, cómo es que se llama?

Capote.

Ah, eso, bueno, y es una mina que describe como se siente 100% realizada solamente desayunando en Tiffany’s… ese es el concepto, eso es lo que hay que transmitir.


Brillante, acotó el otro, es el ejemplo justo de la esencia.

2 quisieron:

At 8:21 p. m., Blogger Leandro Fernández Miró dice...

impagable, tu jefe es quien yo creo que es?

 
At 11:54 p. m., Blogger tan versátil como acústica dice...

que tu jefe te regale un anillo de tiffany, eso te compensaría.

 

Publicar un comentario

<< Home